El procesamiento láser es la aplicación más común de los sistemas láser. Según el mecanismo de interacción entre el haz láser y el material, el procesamiento láser puede dividirse, a grandes rasgos, en procesamiento térmico láser y proceso de reacción fotoquímica. El procesamiento térmico láser consiste en aplicar un haz láser sobre la superficie del material para producir efectos térmicos que completen el proceso, incluyendo corte, marcado, taladrado y soldadura láser, modificación de superficies y micromaquinado.
Con cuatro características principales: alto brillo, alta directividad, alta monocromaticidad y alta coherencia, el láser ofrece características que otros métodos de procesamiento no ofrecen. Dado que el procesamiento láser es sin contacto, no produce impacto directo sobre la pieza ni deformación mecánica. El procesamiento láser no produce desgaste ni rotura de la herramienta ni fuerza de corte sobre la pieza. En el procesamiento láser, el rayo láser, con alta densidad de energía y velocidad de procesamiento, se procesa localmente, sin irradiación láser, con un impacto mínimo o nulo. El rayo láser es fácil de guiar, enfocar y dirigir para lograr la transformación, y se integra fácilmente con sistemas CNC para el mecanizado de piezas complejas. Por lo tanto, el láser es un método de procesamiento extremadamente flexible.
Como tecnología avanzada, el procesamiento láser se ha utilizado ampliamente en la fabricación de textiles y prendas de vestir, calzado, artículos de cuero, electrónica, productos de papel, electrodomésticos, plásticos, industria aeroespacial, metalurgia, embalajes y maquinaria. El procesamiento láser ha desempeñado un papel cada vez más importante en la mejora de la calidad de los productos, la productividad laboral, la automatización, la reducción de la contaminación y el consumo de materiales.
Grabado y punzonado láser de prendas de cuero